Spam, spam, spam, virus y spam. Esto es lo que contiene normalmente mi buzón de correo electrónico. Ha llegado a unos niveles insoportables. Llevaba bastante tiempo intentado encontrar una solución más o menos digna a este problema.
Y he encontrado una gracias a Gmail.
El filtro de Spam de Gmail es realmente bueno, el problema que tenía es que no quería perder mis cuentas de correo, por lo que seguía necesitando usar las antiguas y no sólo la nueva de Gmail.
La solución que le he dado ha sido la siguiente: he configurado las cuentas antiguas para que hagan “fordward” a la nueva de Gmail. Por otro lado he activado la opción de POP3 en la cuenta de Gmail, lo que me permite seguir usando el programa de correo electrónico que uso siempre, también he activado la opción de enviar a archivar el correo descargado mediante POP3.
De esta forma, el correo es filtrado por Gmail que automáticamente me filtra casi todo el spam y todos los virus, y así cuando bajo el correo sólo tengo lo que realmente vale.
Por otro lado he obtenido una ventaja adicional pero muy útil, y es que tengo un Backup de todo el correo online que he recibido en la red, de forma que esté donde esté siempre puedo consultar el correo que recibo y recibí ya que Gmail me guarda todo el correo.